miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA RELIGIÓN

Es uno de los tipos de fanatismo que más problemas ha generado a lo largo de la historia. Se han llevado a cabo por ella conflictos bélicos, holocaustos, asesinatos y actos terroristas.
El fanático religioso se identifica con un individuo de conducta ciega hacia una religión en particular, lo cual le lleva a realizar actos cuanto menos perjudiciales para otras personas que no comparten sus ideas.
Actualmente, se producen actos fanáticos todos los días en todas partes, ya sea entre árabes o entre cristianos.
Generalmente, se clasifica al fanático como una persona ignorante, con un razonamiento insuficiente para justificar sus agresiones, y juzgando a los demás como herejes. No acepta consejos y modificaciones, lo cual hace extremadamente difícil su evolución y cambio de mentalidad.
Una de las religiones más problemáticas es la islámica.
Uno de los principales problemas es que no aceptan a la mujer como una persona igual al hombre. Esta religión ha tenido un papel importante al ser usada para apoyar la justificación moral del modelo patriarcal.
La mujer ocupa en esta religión un papel mucho inferior al del hombre, no permitiéndolas salir de casa sin su permiso, solo pudiendo desempeñar el papel de madre y ama de casa, sin derecho a estudiar, teniendo que taparse el pelo y en muchas ocasiones la cara entera excepto los ojos, sin poder enseñar nada de piel… y muchas otras cosas que hacen que las mujeres estén minusvaloradas en esta sociedad que nada hace por mejorar sus condiciones, sino que se mantienen al margen.
Todo esto tiene su origen en el Corán, y uno de sus fragmentos dice así:
 “Los hombres están por encima de las mujeres, porque Dios ha favorecido a unos respecto de otros, y porque ellos gastan parte de sus riquezas a favor de las mujeres.
A aquellas de quienes temáis la desobediencia, amonestadlas, confinadlas en sus habitaciones, golpeadlas. Si os obedecen, no busquéis pretexto para maltratarlas. Dios es altísimo, grandioso”


Y al estar recogido todo esto en un libro sagrado, sus seguidores acatan todo lo que dice, convirtiéndose en fanáticos, y no dejando que nadie fuera de su comunidad islámica ni dentro de ella pueda ayudar a las mujeres, ya que ello conllevaría no seguir las ideas de su religión.

MERCEDES RUANO CAMPOS

Fanatismo, ¿una enfermedad?



El fanatismo se puede definir como una pasión excesiva por un determinado artista, hobby, religión…


Existen muchos tipos de fanatismo, y de distintos grados. Por ejemplo, una persona puede ser fanática de una serie de televisión y simplemente seguirla cada vez que la emitan. Este sería un grado leve de fanatismo.   

Sin embargo, existen casos de exagerada admiración hacia algo o alguien, por ejemplo, en el caso de una persona que sea seguidora de un famoso, del cual tenga su cuarto repleto de posters,  se informe de todo lo que hace y dice, de su vida privada, lo defienda constantemente e incluso se llegue a obsesionar. 


Este es el tipo de casos en los que el fanatismo puede afectar a la salud mental de una persona, y, por ello, se cuestiona si el fanatismo en tal medida puede denominarse una enfermedad.


Esta clase de fanatismo puede tener graves consecuencias como trastorno de personalidad, falta de cordura, limitación de la libertad, problemas sociales, familiares, etc., y suele darse en personas ignorantes e inseguras en general.


Al contrario de los que piensan que se trata de una enfermedad, hay quien defiende que no es más que una conducta, una forma de vivir. Pero esta “conducta” puede llegar a ser extremadamente peligrosa ya que en muchos casos implica que el fanático no acepte otras formas de pensar distintas a la suya, ni una mínima crítica hacia lo que él idolatra o admira, por tanto el fanático puede cometer imprudencias con tal de defender eso que tanto admira, hasta el punto de poner en peligro a una persona.


ALICIA REY DE CALA